Mi Historia

Mi nombre es Jimmy y quisiera compartir contigo un poco acerca de mi vida.  

Siempre he soñado en grande, quería hacer algo realmente significativo con mi vida para servir y ayudar a otros.

Sin embargo, desde muy pequeño me sentí rechazado y parecía que no encajaba en ningún lugar. Obtuve bajas calificaciones en mi escuela secundaria y pensaba que no podía dar más… especialmente en matemáticas. 

Hablar en público siempre fue un desafío para mí. No podía dejar de temblar cuando tenía que hablar con alguien y siempre olvidaba las ideas que tenía en mi mente debido al nerviosismo y al constante pensamiento de que iba a hacer el ridículo. 

Hubo momentos en mi adolescencia en los que pensé que seguir viviendo no tenía mucho sentido, no tenía muchos logros en mi haber y no era capaz de terminar los proyectos que iniciaba por temor de lo que otros dirían. 

El momento que empezó a generar un cambio en mi vida fue el día en que conocí que Jesús quería ser mi amigo y le acepté en mi vida. Desde allí en adelante todo empezó a cambiar.

Descubrí que mi propósito de vida era ayudar a personas y organizaciones a descubrir y alcanzar su potencial en Cristo. 

Nunca más me sentí sólo, siempre tenía alguien a mi lado cuando me encontraba en dificultades. Él me enseñó el verdadero valor de la vida y aprendí a valorarme a mí mismo y valorar a otros.

Jesús tiene el poder de cambiar nuestras vidas. Jesús es único porque dos mundos se unen en él: el cielo y la tierra, lo divino y lo humano.

Sí, su nombre es por sobre todos los nombres, y el poder que utiliza para crear estrellas, calmar tormentas y obrar milagros es insuperable. Sin embargo, también es el Jesús humano, el amigo personal que sabe por lo que estamos pasando y se preocupa por nosotros. Por eso la Biblia también lo llama “Emanuel”, Dios con nosotros.

Así es como Dios amó al mundo: dio a su Hijo para que nadie sea destruido; creyendo en Él, cualquiera puede tener una vida completa y duradera.

Juan 3.16

¡Eres importante para Jesús!

Entonces, ¿acaso Jesús se preocupa por ti? ¡Sí, lo hace! ¿Cómo sabemos esto?

A menudo nos alejamos del amor de Dios por nuestra historia, nuestros fracasos y defectos. El pecado nos separó de Dios y nunca podremos compensar nuestro pecado por medio de nuestra propia superación o de nuestras buenas obras. Entonces, ¿cómo podemos aceptar lo que no nos hemos ganado?

La Biblia dice que nada puede separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús nuestro Señor. Y aceptar el amor de Dios es confiar en su actitud paciente, indulgente y misericordiosa hacia nosotros. Sólo él tiene el poder de librarnos de la culpa, la vergüenza y la condenación para darnos una vida plena. Todo lo que tenemos que hacer es volvernos hacia él.

¡Un nuevo comienzo!

Cuando le pides a Jesús que sea el Señor de tu vida vienes a ser parte su Reino, su plan y propósito. Cuando te vuelves de tus viejos caminos y le pides perdón por tus pecados, Él te regala una vida. 

Romanos 10:9 dice que “Si declaras con tu boca: “Jesús es el Señor”, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo”.

La salvación es el regalo gratuito de Dios para nosotros y de esa manera nos convertimos en sus hijos. Es la aceptación en la familia de Dios y es un empoderamiento para vivir la vida completa y plenamente en Su Espíritu con el propósito de reflejar a Dios en el resto de su creación.

¿Te gustaría seguir a ese Jesús y pedirle que se convierta en tu amigo?
puedes elegir seguirlo ahora mismo orando una oración de entrega a Jesús.


Querido Jesús, hago esta oración porque sé que he hecho mal al vivir sin ti. Lo siento y confío en que tú me perdonarás. Acepto tu amor y gracia por mí y te pido que seas mi Señor. Ayúdame a creer en ti y a amarte cada día, y ayúdame a mostrarle al mundo cómo eres y cuán grande es tu amor. 
En el nombre de Jesús. Amén.

Si hiciste esta oración, ¡contáctame por Instagram!​